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lunes, 19 de enero de 2009,lunes, enero 19, 2009
Arrecia la campaña contra Mosquera
http://www.as.com/opinion/articulo/aparecio-sustituto-dani-alves/dasftbpri/20090119dasdaiopi_1/Tes
Manuel Aguilar
Apareció el sustituto de Dani Alves
Manuel Aguilar | 19/01/2009
He de renonocer mi error. Estaba equivocado. Si la afición, que es soberana, coreó al unísono el apellido de Aquivaldo, tiene razón. Aunque en otras ocasiones se haya mofado de él. Es más, me está pareciendo barato. Sólo queda que Monchi le vuelva a abrir la puerta después de pensar y decir que se había equivocado con su fichaje. Y que Jiménez confíe en él, pues él lo quitó. Y que rectifiquen los compañeros que dudaban. Así, el Sevilla no necesitará fichar.
El siguiente paso lo debe dar Del Nido: renovar al jugador y ampliar su cláusula. Por si el Pachuca sube su oferta inicial de 9 millones o Gorosito, entrenador de River, lo vuelve a reclamar. Aquivaldo volverá a ser feliz. Porque escuchando a su entrenador y al jugador, lo mal que lo ha pasado, alguien puede pensar que lo secuestraron. Los críticos han rectificado. Así que, ¡a jugar! Si pensaban apoyarse en los periodistas para darle puerta, se acabaron las excusas. El partido lo salvó un tal Javi Varas. De Sevilla. Y que también lo ha pasado muy, muy mal hasta llegar aquí. Quedó eclipsado.
o este otro:
http://www.eldesmarque.es/content/view/17176/1/
Aquivaldo Mosquera
domingo, 18 de enero de 2009
Por Álvaro Ramírez
Si Aquivaldo Mosquera está en el disparadero de salida del Sevilla no es por campañas, ilusiones o extrañas circunstancias. Si a Aquivaldo Mosquera el Sevilla le busca una salida, otra cosa es que se produzca o no, es porque lo considera prescindible en su plantilla. Si Aquivaldo Mosquera, en un año y medio, no ha convencido ni de central ni de lateral es porque no ha dado el nivel mínimo que exige este Sevilla. Seguro que en México rindió a un nivel superior, que ofreció sus mejores prestaciones y que, incluso, acreditaría merecer militar en un fútbol de más alta alcurnia. Pero en el Sevilla, no. Así de fácil. Cuando ha jugado, lo ha hecho mal la mayoría de las veces, ha cumplido de forma raspada, como el sábado pasado (a juicio del que escribe), en otras y, muy ocasionalmente, ha realizado un buen partido. Así de fácil. Se marchará o no, triunfará en otro equipo o no, o incluso seguirá en el Sevilla y tendrá la oportunidad de cambiar lo que ha hecho o no (el que esto escribe no tiene demasiadas esperanzas en ello), pero hasta el momento no ha dado el nivel que exigía su coste ni, sobre todo, el que requiere un equipo que aspira a todo.
Luego, están las campañas. Las supuestas y las reales. La que más les perjudican al jugador son éstas últimas. Las promovidas para escudar su bajo rendimiento en aspectos ajenos al fútbol y extradeportivos, y enfocándolas en la prensa. Que si el cuento de la adaptación, el de la capacidad y el de las virtudes y defectos. Claro que Mosquera viene de un fútbol distinto, y Poulsen venía de otro fútbol, y Squillaci, y Daniel, y hasta Romaric.
Luego está la campaña para hacerlo lateral. Ésta, promovida por Jiménez, puede ser comprensible, sobre todo para apartarlo del centro de la defensa, donde no había dado el nivel, y cubrir un puesto corto de efectivos. Pero nunca ha sido Mosquera lateral. Y el mismo técnico ha alabado su rendimiento en ese puesto durante la pretemporada y en los primeros meses de Liga.
Luego está la campaña del victimismo. Convertirlo en objeto de ataques furibundos venidos por y de la nada, por lo visto. Y más daño le hace aún ésta, porque le da una protección baldía, fútil e irreal. Y luego llega su 'gran' rendimiento el sábado ante el Numancia. No jugó mal, es cierto, el internacional colombiano, ni bien tampoco. También el que le escribe recuerda algún partido mejor que el del pasado fin de semana.
Y, que conste, en ninguna de estas líneas se discute la predisposición, la voluntad y la profesionalidad del jugador, dispuesto a todo, hasta jugar de lateral, para responder las necesidades del equipo en un momento complicado, igualmente para él. Lo que se discute es su capacidad para jugar en este Sevilla. La discute el que escribe, y Manolo Jiménez, que ha declarado que no lo ve preparado, y el club, que le busca una salida.
Así de fácil.
Manuel Aguilar
Apareció el sustituto de Dani Alves
Manuel Aguilar | 19/01/2009
He de renonocer mi error. Estaba equivocado. Si la afición, que es soberana, coreó al unísono el apellido de Aquivaldo, tiene razón. Aunque en otras ocasiones se haya mofado de él. Es más, me está pareciendo barato. Sólo queda que Monchi le vuelva a abrir la puerta después de pensar y decir que se había equivocado con su fichaje. Y que Jiménez confíe en él, pues él lo quitó. Y que rectifiquen los compañeros que dudaban. Así, el Sevilla no necesitará fichar.
El siguiente paso lo debe dar Del Nido: renovar al jugador y ampliar su cláusula. Por si el Pachuca sube su oferta inicial de 9 millones o Gorosito, entrenador de River, lo vuelve a reclamar. Aquivaldo volverá a ser feliz. Porque escuchando a su entrenador y al jugador, lo mal que lo ha pasado, alguien puede pensar que lo secuestraron. Los críticos han rectificado. Así que, ¡a jugar! Si pensaban apoyarse en los periodistas para darle puerta, se acabaron las excusas. El partido lo salvó un tal Javi Varas. De Sevilla. Y que también lo ha pasado muy, muy mal hasta llegar aquí. Quedó eclipsado.
o este otro:
http://www.eldesmarque.es/content/view/17176/1/
Aquivaldo Mosquera
domingo, 18 de enero de 2009
Por Álvaro Ramírez
Si Aquivaldo Mosquera está en el disparadero de salida del Sevilla no es por campañas, ilusiones o extrañas circunstancias. Si a Aquivaldo Mosquera el Sevilla le busca una salida, otra cosa es que se produzca o no, es porque lo considera prescindible en su plantilla. Si Aquivaldo Mosquera, en un año y medio, no ha convencido ni de central ni de lateral es porque no ha dado el nivel mínimo que exige este Sevilla. Seguro que en México rindió a un nivel superior, que ofreció sus mejores prestaciones y que, incluso, acreditaría merecer militar en un fútbol de más alta alcurnia. Pero en el Sevilla, no. Así de fácil. Cuando ha jugado, lo ha hecho mal la mayoría de las veces, ha cumplido de forma raspada, como el sábado pasado (a juicio del que escribe), en otras y, muy ocasionalmente, ha realizado un buen partido. Así de fácil. Se marchará o no, triunfará en otro equipo o no, o incluso seguirá en el Sevilla y tendrá la oportunidad de cambiar lo que ha hecho o no (el que esto escribe no tiene demasiadas esperanzas en ello), pero hasta el momento no ha dado el nivel que exigía su coste ni, sobre todo, el que requiere un equipo que aspira a todo.
Luego, están las campañas. Las supuestas y las reales. La que más les perjudican al jugador son éstas últimas. Las promovidas para escudar su bajo rendimiento en aspectos ajenos al fútbol y extradeportivos, y enfocándolas en la prensa. Que si el cuento de la adaptación, el de la capacidad y el de las virtudes y defectos. Claro que Mosquera viene de un fútbol distinto, y Poulsen venía de otro fútbol, y Squillaci, y Daniel, y hasta Romaric.
Luego está la campaña para hacerlo lateral. Ésta, promovida por Jiménez, puede ser comprensible, sobre todo para apartarlo del centro de la defensa, donde no había dado el nivel, y cubrir un puesto corto de efectivos. Pero nunca ha sido Mosquera lateral. Y el mismo técnico ha alabado su rendimiento en ese puesto durante la pretemporada y en los primeros meses de Liga.
Luego está la campaña del victimismo. Convertirlo en objeto de ataques furibundos venidos por y de la nada, por lo visto. Y más daño le hace aún ésta, porque le da una protección baldía, fútil e irreal. Y luego llega su 'gran' rendimiento el sábado ante el Numancia. No jugó mal, es cierto, el internacional colombiano, ni bien tampoco. También el que le escribe recuerda algún partido mejor que el del pasado fin de semana.
Y, que conste, en ninguna de estas líneas se discute la predisposición, la voluntad y la profesionalidad del jugador, dispuesto a todo, hasta jugar de lateral, para responder las necesidades del equipo en un momento complicado, igualmente para él. Lo que se discute es su capacidad para jugar en este Sevilla. La discute el que escribe, y Manolo Jiménez, que ha declarado que no lo ve preparado, y el club, que le busca una salida.
Así de fácil.
